Capitulo 13

June se puso de pie y me miraba fijamente a los ojos. Un nerviosismo se apodero de mi y la excitación se esfumo pero aun así, mi amigo me empezó a doler nuevamente, no se libero una vez mas y obvio lo siente.

—¡James!—. Repitió Halston mientras tocaba la puerta. Carajo a mi amigo no le gusto que lo interrumpieran. Estaba por contestar, pero al abrir la boca June me la tapo rápidamente con su mano, y con la otra tomo a mi miembro y empezó a masajearlo, arriba y abajo. Quito su mano y yo solo abrí mas la boca por un grito en silencio por el enorme placer que sentía.
—Esta ocupado, no puede ser que hasta acá vengas a fregarme la vida—. Dijo June con fuerza, sin dejar de masajear mi miembro. Mis ojos la miraron con sorpresa, ella solo sonrió mientras mordía su labio inferior, apretó más mi miembro y cerré los ojos disfrutando del momento, al carajo todo. Solo quiero liberarme.
—Ush... ¿Sabes donde esta James?
—Yo que se—. Beso mi cuello suavemente y el ritmo de sus masajes aumentaron—. No lo ando cuidando—. Continúo entre los besos que repartía en mi cuello y mandíbula.
—Hasta haciendo tus... cosas eres insoportable niña—. Sentí que sonrió sobre mi piel y fue hasta mi oído y susurro.
—¿Crees que soy insoportable cuando hago mis cosas, tío?—. Dijo con una voz ronca y sensual la cual llego hasta mi entrepierna y con eso fue suficiente para que por fin mi glorioso orgasmo llegara y explotara como si fuera el primero. Dios, esto es tan delicioso, relajante, único... June siguió acariciando lentamente hasta que salio la ultima gota de mi semen, posaba pequeños besos desde mi oreja hasta mi barbilla por toda mi mandíbula. Se alejo y me miro a los ojos, mi respiración aun estaba muy agitada y las palabras no salían de mi boca, pero al fin de cuentas ¿Qué le iba a decir? ¿Que ella es la dueña de los mejores orgasmos de mi vida? Por supuesto que no, aunque es la verdad pero no me atrevería a decírselo.
—Bueno, termine de hacer... mis cosas—. Rió por lo bajo terminando de acomodar su ropa y su cabello—. Te veo mas tarde... Ah, y corre a buscar a tu barbie que debe estar como loca buscándote por todo el avión—. Me beso en la comisura de los labios y salio del baño.
Después de que mi respiración normalizara, me limpie, me acomode la ropa y salí de ahí, al parecer, nadie se dio cuenta de que estaba acompañado. Fui a mi asiento y ahí estaba Halston cruzada de brazos mirando por la ventanilla, me senté y volteo, creo que esta molesta.
—¿Dónde estabas? Te he estado buscando, creí que te habías ido por el retrete.
—En el baño, lo que pasa es que los de aquí estaban ocupados y tuve que ir a los de hasta mas atrás—. Mentí bastante bien, y entonces se relajo, genial.
—Ah, ok—. Se recostó en mi hombro y al poco rato se quedo dormida.
Mi mente volvió a lo que paso hace unos momentos en el baño con mi sobrina. Ya no se si enojarme, reírme o que mierda. Aunque estoy seguro de dos cosas:
1.- Soy un hijo de puta miserable porque en primera tengo novia y en segunda y lo mas importante, la chica que me vuelve loco, que me excita, que me tienta es nada mas y nada menos que mi sobrina, la hija de mi hermano.
2.- Me encanta. Punto. Es la puta verdad, me encanta como me toca, es tan sexy, tan atrevida y tan prohibida. Definitivamente eso es un factor importante, eso es más excitante todavía.
Lo que me pone de malas y me frustra es que aveces me siento como en las películas o caricaturas. Es como si tuviera un ángel y un diablito, cada uno en mis hombros. Por un lado mi angelito me dice, para ya, es tu sobrina, no puedes continuar con eso, es tu familia. Y por el otro lado mi diablito dice, a la mierda todo, te gusta, le gustas, disfrútala.
¿Qué hago? ¿Debo detener esto antes de que se complique? A quien le hago caso ¿a mi ángel? o ¿a mi diablo?
Entramos al restaurante del hotel para disfrutar de una deliciosa cena después de el viaje y de instalarnos en nuestras habitaciones. Por fortuna la habitación que esta frente a la nuestra estaba disponible y ahí se queda June. El delicioso clima de Hawai es perfecto, justo lo que necesitaba.
Era la envidia de todos en el restaurante y es que bueno, estar acompañado de dos bellezas es como uno de esos pequeños sueños que todo hombre tiene. Nos sentamos y después de ver las cartas ordenamos.
—Aww bebe, no puedo creer aun que ya tengamos un año de ser novios—. Dijo Halston mientras tomaba mi rostro entre sus manos y me besaba los labios suavemente. Note que June se removía en su silla, ella estaba frente a nosotros.
—Si linda es increíble. Nunca había durado tanto con alguien y me alegra que sea contigo.
—Y duraremos muchos años más, no, toda la vida... Estoy segura—. Volvió a besarme y yo le correspondí, aunque no con muchas ganas, me siento extraño. De pronto sentí una patada en la pantorrilla que me hizo dar un pequeño brinco en mi asiento.
—¿Qué pasa?—. Pregunto Halston confundida. Mire a June y miraba con atención una de las televisiones que había ahí, o al menos eso fingía hacer, obviamente ella fue la que me pateo.
—Nada, no se que me paso—. Le di un fugaz beso y apoye los codos en la mesa y así terminar con nuestra sesión de besos, ya que por alguna razón me sentía bastante... incomodo.
El mesero llego con nuestra cena y se tardo mas de la cuenta poniendo el platillo de June, ¿Acaso habrá algún día en el que algún pendejo no la mire con esa mirada maravillada y morbosa al mismo tiempo? Carajo, no entiendo porque el mundo se empeña en hacerme enojar. _____ lo miro y le dedico una enorme sonrisa y agradeció. Condenada, le esta coqueteando y el tipo ese sigue sin quitarle los ojos de encima.
"Accidentalmente" tire la copa de vino al piso y el ruido sobresalto a June, Halston y el mesero. Valla hasta que le quitas tu mirada de encima, idiota.
—Dios James, ¿Qué paso?—. Pregunto Halston.
—Oh, que tonto soy, no me di cuenta—. Mentí. El mesero se acerco y recogió los cristales más grandes e hizo una seña para que una persona de limpieza viniera a limpiar.
La cena transcurrió de lo mas normal, bueno maso menos, pues Halston se la pasaba diciéndome cosas sobre sus amigas y nuestra relación y lo feliz que la hago, yo solo le respondía con simples: si, mmm, aja, cierto... June seguía muy callada, y sin mirarme. El idiota del mesero se comportaba de lo mas atento, y se que uno como mesero debe serlo pero este se pasa y obvio que se la razón, pues cada que venia y preguntar si no se nos ofrecía nada, miraba de mas a mi sobrina, cabrón, no te mereces propina.
—June, ¿quieres postre?—. Le pregunte cuando terminamos nuestra cena. Ella me miro por fin, mordió su labio y fingió pensar su respuesta. Sentí como con su pie acariciaba donde hace un rato me había golpeado, subía y bajaba lentamente, y mi amigo lo sintió de inmediato y yo me puse nervioso y aclare mi garganta.
—La verdad es que si me encantaría, pero el postre que se me antojo no puedo disfrutarlo aquí—. Dijo con una voz de inocencia. Mi amigo se empezó a levantar mas deprisa al escuchar sus palabras con doble sentido, carajo June no me provoques.
—¿Por qué? ¿Qué se te antojo?—. Le pregunto Halston exasperada mientras cruzaba sus brazos.
—La verdad es que no recuerdo el nombre, pero es dulce y salado al mismo tiempo... aunque estoy segura que tú también lo haz probado—. Sonrió cínica. ¿Pero que diablos...?
—No entendí—. Dijo Halston confundida. Y June comenzó a reír, haciendo que Halston la mirara con coraje.
—Tranquila barbie no te esfuerces.
—Yo no soy ninguna barbie—. Le dijo entre dientes y June seguía riendo.
—¡Hey basta! No quiero que empiecen a pelear—. Les advertí.
—La verdad es que, que flojera estar aquí con ustedes, ademas, como que hago mal tercio.
—Si, de hecho—. Dijo Halston y June le sonrió forzadamente y se levanto de su silla.
—Me voy a mi habitación, hasta mañana tortolitos y feliz aniversario—. Salio de ahí caminando sensualmente, y yo me perdí viendo ese delicioso trasero menearse. Mi amigo sigue firme, es increíble que con solo un rose y unas palabras sea capaz de ponerme así, princesa, eres única, me encantas.
—Por fin se fue—. Bufo Halston al momento que giro en su silla y rodeo mi cuello con sus brazos y presiono sus labios con los míos. Yo le correspondí y el beso se hizo mas largo, aunque era a un ritmo lento, era más bien como un beso romántico, digno de lo que estábamos celebrando.
¿Crees que soy insoportable cuando hago mis cosas, tío? Recordé sus palabras y la forma tan sensual en que las pronuncio.
—No—. Dije entre besos.
—¿Eh? ¿No que?—. Pregunto confundida Halston al separarse de mí. Carajo, eso salio de mi boca sin permiso.
—Ah, eh... que no pares—. Dije y ella sonrió feliz por mi respuesta y me volvió a besar.
Subimos a la habitación después de una platica, -no muy interesante la verdad- y de unas copas de vino. Halston quería que fuéramos a caminar por la playa, pero la verdad es que estoy algo cansado por el viaje, así que sin muchos ánimos acepto a que volviéramos a la habitación. Era la 1 de la mañana y yo no podía dormir, a pesar de mi cansancio no logro conciliar el sueño y la única razón es ella, no dejo de pensarla y cada recuerdo de todo lo que hemos vivido estos últimos 3 días no dejan de pasarme por la mente. Mi teléfono comenzó a sonar, me asusto y Halston solo se removió en su lugar. Conteste rápidamente para que no se despertara. Hablando de...
—¿June?—. Dije en voz baja.
—Te quiero en mi habitación ahora mismo, o me coges tú o te juro que ahora mismo busco quien lo haga.

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